¿Por qué leer?

 

Es una pregunta más compleja de lo que pensamos cuando la leemos por primera vez.

Sin dudas, hay que leer siempre. Soy una fiel creyente de que a base de lectura se aprende. Se aprende de todo, a escribir, sobre ortografía, gramática, sobre palabras. Leer enseña.

Leer te abre puertas a mundos que no creías posibles. Te invita a creer y crear en tu cabeza y, por qué no, en tu realidad también, materializando ideas a partir de la motivación obtenida gracias a alguna lectura del momento que te quito la venda de los ojos y te hizo sentir que de verdad eso que querías, era posible.

La lectura te genera esa ilusión de que todo puede pasar, de que es posible alcanzar lo que te propones. De que lo que crees, existe y está a tu alcance.

¿Por qué leer? Porque alimenta la imaginación, algo increíblemente positivo para quienes amamos las letras. Te da ese contenido para poder armar lo que quieras, para poder hilvanar esas ideas, darles forma y crear historias, personajes, ideas.. todo lo que te apetezca.

Se lee desde los inicios de los tiempos y no creo que deje de suceder nunca.

Hay que ser valiente para seguir leyendo en un mundo en el que la instantaneidad reina y ocupa cada vez más protagonismo. Hoy en día todos buscan leer en no más de 140 caracteres la idea general y se conforman con eso. Quieren informarse a partir de imágenes sin querer profundizar en los hechos, los protagonistas.

Es como quien quiere que le den la comida masticada sin tener que hacer ningún trabajo. No juzgo, no soy quién. Pero vivimos en una época donde se quiere todo fácil, todo ya, todo procesado y listo para consumir sin perder tiempo, que no tome más de dos minutos –con suerte-.

Se prioriza más una historia de 15 segundos que un buen texto que profundice sobre alguna temática o sobre algo puntual.
Se está perdiendo la cultura de la lectura, se está perdiendo el respeto a un buen libro –o simplemente a algún escrito-.

Hoy todo se vuelve banal y se cree que cuanto más corto, mejor. Cuanto más rápido, mejor, más tiempo para ver otras cosas.

Pues, en mi opinión –y con la intención de no producir un texto de pura crítica a la modernidad- quienes todavía sabemos reconocer un buen libro, una buena nota, un poema que nos eriza la piel, algún escrito que más allá de su longitud nos provoca algo, nos genera alguna emoción, debemos compartir nuestra experiencia, mostrar lo que esto significa para nosotros y que la gente –aquella a la que podemos llegarle de alguna manera- vea, abra los ojos y al menos le dé una oportunidad. Que prueben leer algo, lo que sea. Que sientan esa ansia de saber qué pasa, que sientan lo que el otro sintió al escribir, que sientan también lo que les produce leer, las emociones que les despiertan.

¿Por qué leer? Porque te abre la posibilidad de ver un mundo infinito, sin límites.

¿Por qué leer? Porque ampliarás no solo tu realidad, sino tu vocabulario, tu imaginación, tu inteligencia.

¿Por qué leer? Porque sí, porque sin dudas tu vida será mucho mejor si lees, de todo. Todo tipo de estilos, de géneros. Leer te llena de vida y sin dudas nunca debería dejar de hacerse.

Claramente no tengo la verdad absoluta ni soy quién para decir lo que otros tienen que hacer, pero si me preguntan, vamos, leer es de las cosas más enriquecedoras que uno puede hacer.

 

Leer es mágico y lo tenemos al alcance de la mano, aprovechémoslo.