- Reflexiones de momentos oscuros -

Caer en ese estado de extrema abrumación donde, mires donde mires, no lográs encontrar una salida. Sentir esa desesperación de "se me viene todo encima" y no ver la manera de resolverlo.

Son momentos, son etapas, son procesos que hay que pasar, atravesar, abrazar y saber soltar a tiempo.

La desesperación me bloquea, me vuelve un ente lleno de ansiedad y terror. Pero me reconozco que cada vez más rápido logro reconocer la situación, frenar, respirar profundo y salir. Suelo pedir ayuda en situaciones así, a gente que sé que puede ayudarme a ver las cosas más claras.. que me guían para encontrar las posibles soluciones y salir de ese estado. 

Cuando estoy así de bloqueada no puedo resolver y necesito ser resolutiva, sobre todo en momentos en los que lo que se necesita son soluciones, tomar decisiones.

¿Algo que me sirvió MUCHO? me lo dijo mi luna sagi favorita, cuando te sientas tan sobrepasada que te cuesta ver soluciones o salidas anotá lo que te está generando tanto miedo y escribí las posibles ayudas que podrías pedir, lo que podrías hacer al respecto. Ayuda mucho para ver, registrar que SÍ hay opciones y que no vamos a morir por eso que nos está pasando en ese momento -porque a veces se siente así-.

Toda esta situación sin dudas sirve para aprender determinadas cosas, claro que me encantaría que no fuera ésta la manera pero a veces se nos presenta así porque ya el universo -universo, Dios, el más allá, los ángeles o el nombre que quieran ponerle- nos lo puso enfrente varias veces y en distintas situaciones, personas, vínculos pero no registramos lo suficiente para hacer el cambio, el click, que necesitamos. Entonces, se presenta de manera más drástica y hasta que uno no desbloquea lo que lo llevó ahí, no afloja. Eso pasa con todo lo que necesitamos aprender, ajustar, mejorar, perfeccionar, para llegar a ser nuestra mejor versión.

Hoy -martes 16 de marzo de 2021- puedo decir que pude atravesar esas semanas de oscuridad -y vaya oscuridad, no sé si había estado ahí antes sinceramente- y que, más allá de seguir trabajando sobre eso porque la vida es un proceso constante de aprendizaje, me siento cada vez más conectada conmigo, con lo que siento, con lo que me pasa. Me estoy registrando y escuchando mucho más. Yo creía que antes lo hacía, hasta que me di cuenta de todos los sí que les decía a los otros pero que no me los decía a mí. Me di cuenta cómo priorizaba al otro en lugar de a mí misma, noté también que ignoraba mi intuición a pesar de lo buena que es y me dejaba llevar por el flow sin registrar realmente qué era lo que yo quería. Estaba inmersa en esa corriente sin ser consciente de mí.

Hoy estoy en el trabajo diario de escucharme más, de decirme más SÍ a mí -por ende, más no a los otros- sabiendo que puede molestar pero eso ya no me concierne, no puedo responsabilizarme por todo lo que les pasa a los otros. Antes vivía sintiendo que le debía a todo el mundo, que no merecía un montón de cosas, sintiendo culpa -palabra que nos metió la religión. Lo correcto sería hablar de "responsabilidad"- por cómo se sentía el otro, por lo que le pasaba al otro cuando yo decía lo que quería o elegía hacer. Ahora entiendo que mi vida es MÍA, yo elijo y decido cómo vivirla y no puedo vivir haciéndolo en base a lo que quiere alguien más.. Mi vida la dirijo yo y al que eso le moleste, pues será problema de un otro, no mío.

Es por acá, estoy en el camino correcto, puras cosas buenas van a pasar haciendo lo que sentimos. No le demos el poder a nadie más para manejar nuestras vidas, somos nosotros y podemos hacer y deshacer las veces que queramos y podemos conseguir lo que nos propongamos, que nadie te diga lo contrario!

Lo que se aleje en este camino, vínculos, oportunidades, situaciones, es mejor así. Dejalo ir. Quien se ofenda o le parezca mal.. soltalo, dejalo ir.

Quien te quiera bien, un vínculo sano, te va a alentar a mantenerte en esa, te va a entender y va a seguir en tu vida.

Así que.. vivamos y dejemos vivir. 

SEAMOS FELICES QUE LA VIDA ES UNA SOLA Y ES HERMOSA.





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